Se utiliza Yodo 131 debido a que de manera fisiológica el tejido tiroideo normal y patológico cuenta con receptores específicos para incorporar el yodo dentro de sus células, el objetivo de estos tratamientos es destruir las células no deseadas de la patología tiroidea a través de la ruptura de las cadenas de ADN mediante la radiación. Con este método podemos destruir la glándula tiroidea y/o residuos de la misma sin realizar ningún procedimiento quirúrgico.
Se programa una plática presencial en donde se aclaran todas las dudas del paciente, se explican detalladamente las indicaciones para la preparación del tratamiento, el proceso a seguir, así como medidas de seguridad radiológica que se tomaran en casa posterior al tratamiento.
Se programa la dosis para el día que el paciente nos indique, previa disponibilidad del yodo por parte de la radio farmacia.
El día señalado el paciente acude a su tratamiento acompañado por un familiar adulto, con 4 horas de ayuno, se lee y firma la documentación protocolaria correspondiente para la autorización del tratamiento por ambas partes, se vuelven a aclarar cualquier duda que haya surgido en el periodo de espera.
El paciente pasa a la administración del tratamiento en el área asignada, el yodo radioactivo es un medicamento similar al agua natural: líquido, transparente, sin olor ni sabor; el paciente debe tomarlo vía oral, se toma en una sola ocasión.
El paciente se debe retirar a su domicilio de forma inmediata siguiendo todas las indicaciones preventivas para protección y seguridad radiológica, con duración aproximada de 3 días.
Se da por finalizado el tratamiento; a partir de este momento el paciente debe seguir las indicaciones y vigilancia por parte de su medico tratante.
Paciente con hipertiroidismo, nódulos tiroideos hiperfuncionantes o bocio toxico difuso (patología tiroidea benigna), que han sido previamente evaluados por su médico endocrinólogo y optado por esta terapia como mejor alternativa terapéutica.
Pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides riesgo BAJO posterior a la tiroidectomía total y/o resección ganglionar para eliminar cualquier residuo microscópico que pudiera haber quedado posterior a dicha cirugía, es decir de forma preventiva y de esta manera reducir las probabilidades de que el cáncer vuelva a aparecer en un futuro.